miércoles, 21 de enero de 2009

Algunas reflexiones sobre el discurso de Obama

La mirada del mundo se ha posado sobre Estados Unidos.

La llegada de un afroamericano a la presidencia de esta potencia mundial sorprende a propios y extraños.

Hemos visto emocionados comenzar su mandato jurando sobre la misma Biblia que lo hiciera Abraham Lincoln. Su figura de color parece romper con viejos y antiguos cánones que diferencian las personas por su dinero, por su raza o credo. En esto se transforma en esperanza para los hombres que padecen segregación por alguna causa.

El discurso con el que inauguró su mandato presidencial nos permite realizar algunas consideraciones acerca de qué piensa Estados Unidos sobre su papel en el mundo. Las palabras del presidente reflejan el modo de pensar de esta potencia mundial. Si somos capaces de dilucidar el pensamiento ajeno y analizarlo podremos ver las intenciones de los mismos. La figura de Obama parece marcar un cambio, pero ¿es realmente un cambio? ¿No será acaso una profundización de lo mismo pero desde una figura querible y carismática?

En primer lugar es admirable la continuidad política de Estados Unidos. Esta conciencia de ser el presidente nº 44, el respeto por la investidura presidencial, como por las personas que han llevado el mandato popular no dejan de ser envidiables para un país como el nuestro donde los mandatos democráticos se han visto tantas veces interrumpidos por dictaduras militares. Esta conciencia la refleja cuando dice: "Ya son 44 los norteamericanos que han hecho el juramento presidencial. Estas palabras han sido pronunciadas durante mareas de prosperidad y aguas tranquilas de la paz. Y, sin embargo, a veces el juramento se hace en medio de nubarrones y furiosas tormentas. En estos momentos, Estados Unidos se ha mantenido no sólo por la pericia o visión de los altos cargos, sino porque nosotros, el pueblo, hemos permanecido fieles a los ideales de nuestros antecesores y a nuestros documentos fundacionales".

¿Cuáles son los ideales a los que el pueblo norteamericano ha permanecido fiel? En el mismo discurso presidencial podemos verlo reflejado:

1.- "Ha llegado el momento de reafirmar nuestro espíritu de firmeza: de elegir nuestra mejor historia; de llevar hacia adelante ese valioso don, esa noble idea que ha pasado de generación en generación: la promesa divina de que todos son iguales, todos son libres y todos merecen la oportunidad de alcanzar la felicidad plena".

2.- Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, somos conscientes de que la grandeza nunca es un regalo. Debe ganarse…

3.- Seguimos siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando empezó esta crisis. Nuestras mentes no son menos inventivas, nuestros bienes y servicios no son menos necesarios que la semana pasada, el mes pasado o el año pasado.

4.- Sus memorias son cortas. Porque han olvidado lo que este país ya ha hecho; lo que hombres y mujeres libres pueden lograr cuando la imaginación se une al interés común y la necesidad a la valentía

5.- La cuestión para nosotros tampoco es si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y expandir la libertad no tiene rival, pero esta crisis nos ha recordado a todos que sin vigilancia, el mercado puede descontrolarse y que una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece sólo a los ricos. El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no sólo del tamaño de nuestro Producto Bruto Nacional, sino del alcance de nuestra prosperidad, de nuestra habilidad de ofrecer oportunidades a todos los que lo deseen, no por caridad sino porque es la vía más segura hacia el bien común.

6.- En cuanto a nuestra defensa común, rechazamos como falsa la elección entre nuestra seguridad y nuestros ideales…

7.- El estado de la economía requiere una acción audaz y rápida y actuaremos no sólo para crear nuevos empleos sino para levantar nuevos cimientos para el crecimiento. Construiremos carreteras y puentes, las redes eléctricas y las líneas digitales que alimentan nuestro comercio y nos mantienen unidos. Pondremos a la ciencia en el lugar donde se merece y aprovecharemos las maravillas de la tecnología para aumentar la calidad de la sanidad y reducir su costo. Utilizaremos el sol, el viento y la tierra para alimentar a nuestros automóviles y hacer funcionar nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y universidades para hacer frente a las necesidades de una nueva era.

Libertad, igualdad, oportunidad para todos, economía de mercado, creatividad, ganarse lo que se tiene, nada de regalos, esa es la política que Estados Unidos ha tenido hacia dentro. El desarrollo tecnológico y educativo que le permita hacer crecer la economía como la necesidad de un generar un liderazgo mundial que le permita a sus habitantes tener un nivel de vida mejor que el resto de la humanidad.

Permanentemente repite Obama la necesidad del esfuerzo y el sacrificio por las causas nobles. La necesidad de dejar a los hijos y nietos un país mejor. El ejemplo de los próceres y de los soldados que están sacrificándose por su Patria en otras naciones son los que quiere el presidente colocar ante los ojos de sus conciudadanos.

Esta conciencia de Estados Unidos hacia dentro no queda en las fronteras de su Patria. Estados Unidos, como ha sido a lo largo de toda su historia quiere intervenir en el mundo. Cuando ha sido necesario lo ha hecho con la guerra pero prefiere las Alianzas que le permite un dominio más seguro cuánto es más disimulado. Veamos algunas palabras del nuevo presidente en este sentido:

Somos los guardianes de este patrimonio. Guiados de nuevo por estos principios, podemos hacer frente a esas nuevas amenazas que exigen aún mayor esfuerzo, incluso mayor cooperación y entendimiento entre las naciones..

sabemos que nuestra herencia multiétnica es una fortaleza, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos y e hindúes y de no creyentes. Estamos formados por todas las lenguas y culturas, procedentes de cada rincón de esta Tierra; debido a que hemos probado el mal trago de la guerra civil y la segregación, y resurgido más fuertes y más unidos de ese negro capítulo, no podemos evitar creer que los viejos odios se desvanecerán algún día, que las líneas divisorias entre tribus pronto se disolverán; que mientras el mundo se empequeñece, nuestra humanidad común se revelará, y Estados Unidos tiene que desempeñar su papel en el alumbramiento de una nueva era de paz…

… Este es el precio y la promesa de la ciudadanía. Esta es la fuente de nuestra confianza, el saber que Dios nos llama a dar forma a un destino incierto

Con esta conciencia Obama le habla al mundo: naciones que considera iguales por ideología y desarrollo económico, naciones musulmanas, naciones corruptas y naciones pobres. A todas les habla como líder:

Y a los otros pueblos y gobiernos que nos observan hoy, desde las grandes capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre: sepan que Estados Unidos es la amiga de cada nación y cada hombre, mujer y niño que persigue un futuro de paz y dignidad y de que estamos listos a asumir el liderazgo una vez más…

Al mundo musulmán, buscamos un nuevo camino adelante, basado en el interés mutuo y el respeto mutuo. A aquellos líderes en distintas partes del mundo que pretenden sembrar el conflicto, o culpar a Occidente de los males de sus sociedades, sepan que vuestros pueblos los juzgarán por lo que puedan construir, no por lo que destruyan.

A aquellos que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y la represión de la disidencia, tienen que saber que están en el lado equivocado de la historia; pero les tenderemos la mano si están dispuestos a abrir el puño.

A los pueblos de las naciones más pobres, nos comprometemos a colaborar con ustedes para que sus granjas florezcan y dejar que fluyan aguas limpias; dar de comer a los cuerpos desnutridos y alimentar las mentes hambrientas. Y a aquellas naciones que, como la nuestra, gozan de relativa abundancia, les decimos que no nos podemos permitir más la indiferencia ante el sufrimiento fuera de nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos del mundo sin tomar en cuenta las consecuencias. Porque el mundo ha cambiado, y nosotros tenemos que cambiar con él.

Asumir el liderazgo, ser guardianes del orden, dar forma a un destino incierto, todo en nombre de Dios y de un mandato dado por Él, puede ser extremadamente peligroso. Estados Unidos asume el desarrollo de la historia y quiere que el mundo sea como ellos. Palabras semejantes expresaba Hegel cuando decía en su tiempo que Alemania debía dar forma al mundo porque no había nación que hubiera alcanzado un desarrollo del Espíritu como lo había hecho ésta. Pasado el tiempo Hitler asumiría esa conciencia e intentaría dominar el mundo en pos de una raza que se pensaba superior. Cuando las Alianzas no resultan, cuando los pueblos no quieren tener la forma de USA, que pasará. La conciencia de creerse mejor, superior y querer "ayudar"
a los demás a ser como uno es una forma solapada y escondida de dictadura. Este peligro está latente.

¡Felicitaciones Estados Unidos por el camino recorrido! Como ciudadano de otra nación me alegro por ustedes, más también quiero seguir viviendo en nuestro estilo propio de vida. No quiero un líder impuesto por la fuerza. Todos tenemos el derecho a ser y permanecer libres en nuestra propia Patria.


 


 


 

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